La comunidad linux está de enhorabuena, y no porque un fabricante más decida ofrecer sus portátiles o PC’s con linux preinstalado, sino porque como en todo negocio cuando algo se vende, es porque interesa.
Así parece que lo está demostrando Linux. Para los más desconocedores, si es que aún queda alguien, linux es un sistema operativo que ha evolucionado a un ritmo realmente espectacular, y ha pasado de ser una versión austera en modo texto de un sistema operativo, exclusivamente orientado al técnico profesional, a unas versiones mucho más amigables, con interfaz gráfica, y con unas tremendas posiblidades en su rendimiento, que lo hacen un duro competidor, para todos aquellos, que con la filosofía de no pagar por el software, eligen el camino del software libre como alternativa a la tan conflictiva “piratería”.
Hace algunos meses supimos como Dell, el conocido fabricante y ensamblador de ordenadores, había decidido preinstalar linux en algunas de sus conocidas plataformas hardware, no sólo en PC’s de sobremesa, o portátiles, sino también en servidores.
Ahora, es Acer, compañía de conocido prestigio en el mercado de ordenadores y periféricos, quien se adelanta a otros competidores y decide preinstalar la famosa distribución Ubuntu, que levanta pasiones en muchos usuarios linux.
Linux es también competencia directa de Microsoft, en el mundo de los servidores, puesto que se considera que las instalaciones de software realizadas para ofrecer servicios de internet están soportadas en más de un 60% por servidores que incorporan linux, y otros softwares de libre distribución que corren sobre este como Apache y MySQL.
La principal ventaja con la que cuentan este tipo de productos software, es que al tratarse de software gratuito que puede licenciarse sin coste alguno, es mucha gente la que hace uso de ellos muy rápidamente, lo que permite un gran despliegue, y es una batería de pruebas espectacular, para obtener productos, estables y de muy buen rendimiento. Las empresas que además realizan un esfuerzo por mantener dichos productos, encuentran en los contratos de soporte y mantenimiento su sistema de financiación.
Desde luego una muy buena filosofía para mantener el software al día, no dejar que caiga en la obsolescencia, y ampliar el soporte y la actualización de productos que han demostrado una gran solvencia y robustez en su funcionamiento, es el pilar sobre el que el software libre se asienta, y cada día más, le gana terreno al software de pago, que no cuenta ni por asomo con el muestreo de pruebas al que es sometido un software libre.
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