Google Maps y los microformatos

Google ha revolucionado el arte del viajar y la geografía gracias a su popularísimo sistema de mapas en Internet. Junto con los navegadores GPS se ha convertido en una herramienta imprescindible para las vacaciones. Pero la revolución está por llega todavía.



Hasta hace tres años aproximadamente, lo más común a la hora de planificar un viaje era utilizar el mapa de carreteras si se efectuaba en nuestro propio vehículo y utilizar Internet para buscar fotos del sitio de destino o información sobre lugares interesantes para visitar.

Posteriormente, páginas como Vía Michelin dieron la posibilidad de efectuar rutas en automóviles planificadas con antelación, sin necesidad de recurrir a la ya anticuada guía de carreteras en papel, aunque todavía sigue siendo de gran ayuda. Entonces vino Google con su servicio de cartografía que era tan eficaz y preciso como su archifamoso buscador.



Google Maps es una de las herramientas más utilizadas en Internet y evidentemente más útiles. Ha sido el germen de Google Earth y ambos se complementa, con lo que es posible en una única aplicación tener en el ordenador todo el escaneado del planeta que continuamente realizan los satélites de servicio geográfico. Sólo hay que estar atento a la noticias de la televisión, como a la hora de presentar un suceso, uno de los recursos de ambientación más utilizados es hacer un zoom de mayor a menor detalle de la zona donde se ha producido. Google Maps es grande, interesante y tiene mucho que ofrecer.



Microformatos
Según como se pudo deducir en el Día del Programador que Google recientemente efectuó en nuestro país, Google Maps iba a enriquecerse con nuevas aplicaciones que añadirían mucha más información al servicio. Estas aplicaciones correrían bajo los microformatos que según los analistas y teóricos serán la base de la futura Internet 3.0 o Internet Semántica.



La Internet Semántica supondrá el fin de los actuales algoritmos de búsqueda de datos, ya que de una vez por todas, la Internet 3.0 ofrecerá una estructura donde el contenido de cada web se comunicará con la Red de Redes con protocolos y aplicaciones que en vez de datos aporten un “significado” del contenido de la web. Un ejemplo para entenderlo más fácilmente si en esta futura Internet, yo busco información sobre “opinión de los blogueros sobre determinado artista musical”, en vez de una relación de webs donde se menciona vagamente el nombre y la palabra opinión, aparecerán directamente las opiniones publicadas de los blogueros de un tipo como puede ser Michael Jackson.



La incorporación de esta tecnología que está en pleno desarrollo puede ser totalmente revolucionaria para una aplicación como Google Maps. Tal vez, podamos pedir la lista de tiendas de una determinada calle en una determinada ciudad, y Google nos mostará no solo un mapa de dicha calle, sino de todos los establecimientos comerciales con su dirección y teléfono. Esto se denomina dar “significado” a la información y no una mera lista de nombres y números.



Asimismo, los microformatos permiten realizar aplicaciones para que los usuarios mejoren la información subiendo imágenes o eventos sobre los mapas de sus respectivas poblaciones. Es como una especie de “Second Life” sobre el mundo real. Podemos estar solos en una calle peatonal tomando un café un domingo por la mañana, pero mientras tanto, la representación virtual de esa calle se está llenando de datos sobre los eventos que ocurrirán por la tarde en cines, teatros o salas de fiesta.

Sin duda, la perspectiva es fascinante, pero realmente no es nada nuevo. Se trata de recopilar la máxima información posible y volcarla en Internet para que todo el mundo tenga acceso a ella. ¿Hay algo más democrático que Internet para respetar el derecho universal a la educación y la información?

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